Justo Campeón

domingo, 3 de septiembre de 2006

Partido Final





España derrotó a Grecia por 70-47 en la final del Mundial de Básquetbol de Japón. El equipo de Pepu Hernández tuvo a Garbajosa y Navarro, ambos con 20 puntos, como goleadores y obtuvo el primer título de su historia. El argentino Pablo Estévez integró la terna que arbitró el partido decisivo.

Fue un comienzo parejo, con ambos equipos mostrando la misma intensidad defensiva que a lo largo del torneo, esa que los condujo a pelear por el título. Felipe Reyes, quien arrancó como titular con la difícil tarea de reemplazar al lesionado Pau Gasol, tuvo un importante trabajo en la zona pintada, cargando al rebote ofensivo y encontrando huecos en la defensa hombre a hombre que proponían los dirigidos por Giannakis. En el otro costado, el conjunto español se plantaba en una zona 2-3 pero ajustaba con doble marca sobre el pivote Papadopoulos cuando éste recibía el balón.

Se alternaron en el liderazgo hasta que España pudo meter un parcial de 8-0 con sendos triples de Calderón y Navarro para el 16-9. Los ingresos de Papaloukas, Spanoulis y Schortsianitis no pudieron torcer una historia que se complicaba para Grecia a partir de la presión asfixiante de su rival, que ganó el primer cuarto por 18-12.

Navarro y Garbajosa empezaron a castigar desde el perímetro y los de Pepu Hernández se escaparon por 16 (28-12). El entrenador griego rotaba a sus jugadores buscando respuestas, pero los suplentes de España estaban tanto o más inspirados que el quinteto inicial.

Marc Gasol se fajó mano a mano con Schortsianitis en la llave y se hizo amo y señor de los tableros, mientras Cabezas conducía con criterio y abastecía a Jiménez y Berni Rodríguez. Así, los españoles sacaron una ventaja de 20 puntos y se fueron con esa amplia luz al descanso. El 43-23 parcial era una clara muestra de la diferencia que hubo entre uno y otro en los primeros 20 minutos.

Giannakis debe haber hablado y mucho en el vestuario y eso quedó de manifiesto en la reanudación. Diamantidis reaccionó y marcó los cuatro primeros tantos del tercer cuarto para reducir la ventaja a 16, pero Marc Gasol y Calderón pusieron las cosas en su lugar (47-27). La defensa española aflojó un poco y Kakiouzis ganó algo de protagonismo, pero los minutos corrían y la diferencia se mantenía cercana a los 20 puntos, lo cual era un pésimo negocio para los griegos. El parcial finalizó 54-34 y había aroma a partido definido.

Otra ráfaga española terminó por sentenciar la historia (63-36). A esa altura, Grecia ya no oponía resistencia, mientras Navarro y Garbajosa se lucían a puro triple. Llegó el final del partido y el estadio de Saitama se rindió a los pies de España, un soberbio campeón.

El conjunto de Pepu Hernández dejó a su rival en 47 puntos, permitiéndole 12, 11, 11 y 13 tantos, respectivamente, en cada cuarto. Una vez más se cumplió aquella vieja y cierta frase que habla de que "los ataques ganan partidos, las defensas ganan campeonatos". Al margen de la excelente labor protegiendo el aro propio, los españoles tuvieron un ataque ordenado y gran efectividad en triples (40%).

Se cerró otro capítulo en la historia grande de este deporte. Durante 16 días, Japón fue escenario de una brillante fiesta en el que fue, como se predecía, "el Mundial de la defensa en zona". En el horizonte aparecerán los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008 y, dos años más tarde, una nueva cita mundialista, esta vez en Turquía. Allí se volverá a escuchar el pique de la naranja sobre el parqué y renacerá esta gran pasión que se llama básquetbol.

Etiquetas: , ,