Chau Y Aufidersen

viernes, 14 de julio de 2006


Jornada de diáspora para seleccionadores. Marcello Lippi y Jürgen Klinsmann confirmaron ayer que dejan sus puestos al frente de la selección italiana y la alemana, respectivamente. Lo del transalpino era un secreto bien guardado por la FIGC (Federación italiana de Fútbol) desde comienzos del Mundial: según Giancarlo Abete, jefe de la delegación azzurra en Alemania, Lippi le había dicho ya en junio que no continuaría "pasara lo que pasara". Y Lippi sostuvo su palabra: "Mi decisión de irme es irrevocable -dijo Marcelllo tras visitar en el hospital a su ex jugador Pessotto-. Pero continuaré entrenando". Ni siquiera el título mundial ha hecho cambiar de opinión a un técnico al que no le faltaran novias.

La FIGC ha encontrado sustituto para Lippi. El mito milanista Roberto Donadoni. Donadoni se ganó una buena reputación como jugador en el AC Milán en los años 80, junto a tres futbolistas holandeses: Ruud Gullit, Marco Van Basten y Frank Rijkaard.

Alemania ha sido más rápida en encontrar recambio para Klinsmann, pues fue el propio Jürgen quien recomendó a Joachim Loew, segundo suyo durante el Mundial. Loew, ex técnico del Stuttgart, es sólo una de las piezas de la estructura que ha legado Klinsmann a la DFB, encabezada por Oliver Bierhoff, para el que se inventó el cargo de mánager de la selección.

"Jürgen dijo cuando llegó, en 2004, que quería ser campeón del mundo y estuvimos muy cerca. Ahora yo digo que debemos ser campeones en la Eurocopa 2008", afirmó Loew ayer en la despedida de un Klinsmann que se vuelve a EE UU, de momento: "Ya veremos cuándo entreno y dónde lo hago. Ahora me dedicaré a la familia".

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